viernes, 14 de noviembre de 2014

Más allá hay dragones

Más allá hay dragones

Durante toda la historia, el hombre ha tenido que usar su imaginación e ingenio para dar respuesta o solución a diversos problemas y sobre todo para poder explicar fenómenos que suceden a nuestro alrededor, muchas veces sin tener la forma de comprobarlo.

Para los antiguos Egipcios el dios Shu mantenía al cielo por encima de la tierra, para los griegos era Atlas el que sostenía los pilares de los cielos. Por otro lado los griegos al observar el cielo nocturno llamaron planetas a los astros que se movían entre las estrellas fijas que en griego significa vagabundo, los cuales eran 7.

Aristóteles imagino que unas esferas transparentes y cristalinas, arrastraban a los planetas, Copérnico coloco al Sol en el centro del sistema, pero no fue hasta que al ver un cometa Tycho Brahe comprendió que el cometa debía atravesar las esferas y que por lo tanto no podían estar en el cielo.

Sin embargo no todo es imaginación, se necesita también conocimiento, tiempo y tecnología para poder explorar lo que no ha encontrado aún, tal las misiones espaciales las cuales permitieron comprobar la forma de nuestro planeta, para las cuales se necesitó  gran imaginación e ingenio, recursos financieros, humanos y gran conocimiento en muchas áreas de la ciencia.


De esta manera se puede observar que las teorías o supuestos que se hacen los científicos dependen de su imaginación y muchas veces intuición y casualidad, sin embargo también se necesitan recursos para poder tratar de comprobar o investigar lo que se está planteando y así al fin poder aceptar o rechazar lo supuesto.



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